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| http://humanarkia.blogspot.mx/2010/07/medios-de-comunicacion-o-manipulacion.html |
Por
Russell Mariano.
Existen
dos aspectos fundamentales que identifican a la sociedad mexicana: la compasión
y el egocentrismo; dar al necesitado en presencia de otros (a la vista de nadie
la omisión es predominante). Dos formas de comportamiento que la Televisión ha
identificado y utilizado, mediante estrategias de persuasión, para
“comprometer” a la sociedad a “donar” sus centavos, pesos, o incluso, depositar
determinada cantidad a alguna cuenta bancaria, o con cargo a sus recibos de
telefonía, al adquirir un producto, e infinidad de “facilidades” para
“cooperar”, con o sin el consentimiento del consumidor, éste último tema que
habré de abordar en otro escrito pues muestra una clara complicidad del Estado.
¿Cómo
ha logrado la televisión manipular a las masas? Para responder a ésta
interrogante haré mención de algunos actos de nuestra vida diaria. Primero: al
salir a la calle y ser testigos de la caída de un árbol podremos comunicar a
nuestros vecinos y amigos del peligro que representa sin dimensionar la
realidad de los hechos. Segundo: el mismo caso si lo escuchamos por la radio
podremos tener la versión del locutor y hacer una breve suposición. Tercero: si
lo vemos por la televisión, las tomas, el dramatismo y la versión vista en las
pantallasse impregna en el subconsciente del televidente, ahora bien, visto por
millones el dramatismo se potencializa, tanto que una madre viviendo a
kilómetros de distancia prohibiría a sus hijos salir a la calle, algunos
ejemplos; el chupacabras a principios de los 90s, más recientes la influenza
AH1N1. La distracción es tan grande que la sociedad no logra percibir lo que
realmente sucede.
La
televisión, como medio de comunicación es relevante para el desarrollo de las
sociedades, sin embargo, en México se ha convertido en un aparato de
entretenimiento, enajenación, orientación y manipulación del intelecto social,
pues puede una señora o señor indignarse o llorar por la muerte de un perro
visto en las pantallas y permanecer indiferente a la violencia que vive en su colonia. De ese tamaño es la magnitud del control
televisivo. Y es precisamente esa medida la que adopta el TELETÓN para mostrar
imágenes desgarradoras de hombres y mujeres con padecimientos y enfermedades
para “sensibilizar” al incauto que se encuentra detrás de una Tv.
Giovanni
Sartori (Politólogo Italiano) en su libro El Homo videns -La sociedad Teledirigida-
identifica que hay mucha diferencia entre la información escrita y la visual,
pues para entender una palabra es necesario saber, de lo contrario para quien
no entienda la palabra ésta será un simple signo, interpretarla demanda un
esfuerzo. En el caso de la televisión basta con ver y no estar ciego para
describir su contenido, pues la imagen no demanda de ninguna interpretación, es
simple y superficial, entonces,cualquier individuo con la conjugación de la
vista y el oído podrá decirse informado con el producto de la tv que no le
demanda de ningún razonamiento, es justo ahí donde el cerebro se atrofia.
Como
medio de comunicación, dice Sartori, “la televisión no es un anexo; es sobre
todo una sustitución que modifica sustancialmente la relación entre entender y
ve.” Para TELEVISA no le interesa que el donatario entienda el objetivo de su
TELETÓN, le interesa que se sensibilice al ver una imagen desgarradora, que su actriz,
actor o intérprete de canciones le pida su apoyo para que cegada por el
fanatismo emita su donativo, el fin nunca lo sabrá, pues no le interesa leer,
es así cómo ésta logra su meta, y es muy alto el grado de manipulación de las
masas que muchos funcionarios públicos, llámense diputados gobernadores, y
quien ostenta el cargo de presidente de la republica acuden a efectuar su
“donativo” pues buscan la consideración del televidente y ascender al próximo
puesto de elección popular o mejorar su imagen frente a la sociedad, de ese es
el tamaño de la gran manipulación, recalcando que la sociedad teledirigida,
escrita hace décadas, es una acertada coincidencia con el México de hoy.
