lunes, 14 de diciembre de 2015

El teletón y el are de la persuasión.


http://humanarkia.blogspot.mx/2010/07/medios-de-comunicacion-o-manipulacion.html


Por Russell Mariano.
Existen dos aspectos fundamentales que identifican a la sociedad mexicana: la compasión y el egocentrismo; dar al necesitado en presencia de otros (a la vista de nadie la omisión es predominante). Dos formas de comportamiento que la Televisión ha identificado y utilizado, mediante estrategias de persuasión, para “comprometer” a la sociedad a “donar” sus centavos, pesos, o incluso, depositar determinada cantidad a alguna cuenta bancaria, o con cargo a sus recibos de telefonía, al adquirir un producto, e infinidad de “facilidades” para “cooperar”, con o sin el consentimiento del consumidor, éste último tema que habré de abordar en otro escrito pues muestra una clara complicidad del Estado.

¿Cómo ha logrado la televisión manipular a las masas? Para responder a ésta interrogante haré mención de algunos actos de nuestra vida diaria. Primero: al salir a la calle y ser testigos de la caída de un árbol podremos comunicar a nuestros vecinos y amigos del peligro que representa sin dimensionar la realidad de los hechos. Segundo: el mismo caso si lo escuchamos por la radio podremos tener la versión del locutor y hacer una breve suposición. Tercero: si lo vemos por la televisión, las tomas, el dramatismo y la versión vista en las pantallasse impregna en el subconsciente del televidente, ahora bien, visto por millones el dramatismo se potencializa, tanto que una madre viviendo a kilómetros de distancia prohibiría a sus hijos salir a la calle, algunos ejemplos; el chupacabras a principios de los 90s, más recientes la influenza AH1N1. La distracción es tan grande que la sociedad no logra percibir lo que realmente sucede.

La televisión, como medio de comunicación es relevante para el desarrollo de las sociedades, sin embargo, en México se ha convertido en un aparato de entretenimiento, enajenación, orientación y manipulación del intelecto social, pues puede una señora o señor indignarse o llorar por la muerte de un perro visto en las pantallas y permanecer indiferente a la violencia que vive en su colonia. De ese tamaño es la magnitud del control televisivo. Y es precisamente esa medida la que adopta el TELETÓN para mostrar imágenes desgarradoras de hombres y mujeres con padecimientos y enfermedades para “sensibilizar” al incauto que se encuentra detrás de una Tv.

Giovanni Sartori (Politólogo Italiano) en su libro El Homo videns -La sociedad Teledirigida- identifica que hay mucha diferencia entre la información escrita y la visual, pues para entender una palabra es necesario saber, de lo contrario para quien no entienda la palabra ésta será un simple signo, interpretarla demanda un esfuerzo. En el caso de la televisión basta con ver y no estar ciego para describir su contenido, pues la imagen no demanda de ninguna interpretación, es simple y superficial, entonces,cualquier individuo con la conjugación de la vista y el oído podrá decirse informado con el producto de la tv que no le demanda de ningún razonamiento, es justo ahí donde el cerebro se atrofia.

Como medio de comunicación, dice Sartori, “la televisión no es un anexo; es sobre todo una sustitución que modifica sustancialmente la relación entre entender y ve.” Para TELEVISA no le interesa que el donatario entienda el objetivo de su TELETÓN, le interesa que se sensibilice al ver una imagen desgarradora, que su actriz, actor o intérprete de canciones le pida su apoyo para que cegada por el fanatismo emita su donativo, el fin nunca lo sabrá, pues no le interesa leer, es así cómo ésta logra su meta, y es muy alto el grado de manipulación de las masas que muchos funcionarios públicos, llámense diputados gobernadores, y quien ostenta el cargo de presidente de la republica acuden a efectuar su “donativo” pues buscan la consideración del televidente y ascender al próximo puesto de elección popular o mejorar su imagen frente a la sociedad, de ese es el tamaño de la gran manipulación, recalcando que la sociedad teledirigida, escrita hace décadas, es una acertada coincidencia con el México de hoy.