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Por. Russell Mariano
* Atacar el rezago educativo
pasa a segundo término, lo primordial es desarticular la organización
magisterial.
En materia educativa, en
México el discurso de invertir en educación se ha incrementado dentro del argot
político, lo lamentable se detienen en la situación real por la que atraviesa,
hablando propiamente de la educación básica que constitucionalmente es obligatoria,
laica y gratuita. Adicional en las recientes reformas al artículo tercero, se
adiciona la obligatoriedad para el nivel medio superior, la intención es buena,
la realidad deplorable y la voluntad política omisa y ausente.
En concreto, en el Estado de
Oaxaca, durante los últimos años ha permanecido la resistencia de la Sección 22
de los trabajadores de la educación, mismos que plantean una propuesta
alternativa de trabajo en relación a la iniciativa de “Reforma Educativa”
planteada por el Gobierno Federal, reforma que mucho ha sido criticada de
contener en sus entrañas medidas de coacción administrativas y no de impulso a
la educación, bajo este contexto, el pasado 20 de julio del año en curso el
Gobierno de Oaxaca decreta la abolición del Instituto Estatal de Educación
Pública de Oaxaca (IEEPO) para dar paso al “NUEVO IEEPO”, en principio se sobreentiende
que el contenido estructural de dicho organismo no se transforma solo se
reacomoda, un primer ejemplo de la opacidad para generar desde el gobierno
nuevas estrategias de combate al rezago educativo.
Frente a dicha medida tomada
por el Gobierno de Oaxaca y respaldada por el Gobierno Federal, hecho que en lo
particular señalaría -cómo una estrategia orquestada y mandatada desde la
federación y simplemente aplicada desde el gobierno local-, la Sección 22
limito sus acciones en movilizaciones pacíficas, y cómo último recurso, la
propuesta de inicio de ciclo escolar para el día jueves 20 de agosto, dando un revés
a lo planteado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) de iniciar clases
el 24 de agosto.
Frente al anuncio de haberse
aperturado el 80% de las escuelas públicas de nivel básico, no se hace esperar
la reacción del Estado y de inmediato busca desmentir lo que ha circulado en
diversas notas periodísticas, asegurando que solo han iniciado clases en 219
centros educativos, lo que representaría el 1.6% de la cobertura estatal (véase
http://www.oaxaca.gob.mx/ciclo-escolar-2015-2016-inicia-formalmente-el-24-de-agosto-de-acuerdo-al-calendario-escolar-vigente-sep-ieepo/)
comunicando a padres de familia y sociedad civil en general que el inicio de
clases formalmente validado por la SEP es el día 24 de agosto, pareciera ser
que un par de días extracurricular en la educación de los infantes del Estado
de Oaxaca afecta severamente la postura del gobierno, y hace evidente que el
discurso de una mejor educación pasa a segundo plano y es prioridad mantener su
posición política y no dar pauta de que el gremio magisterial avance y sea
mejor percibido por la sociedad civil.
Otra muestra más de que el
conflicto se centra en lo político y no en lo educativo se puede apreciar cuando
la Secretaría de Seguridad Pública enfoca su cuerpo operativo en detectar el quehacer
de la Sección 22, el mensaje y el mandato es único, sumar esfuerzos para la
lucha política en contra del magisterio, y la federación cumple su promesa de
respaldo, ahí vemos el pronunciamiento de gobernación, los spots publicitarios
emanados del presupuesto federal haciendo alusión que el progreso educativo de
Oaxaca se avecina, la táctica de siempre y lo educativo tendrá que esperar, hasta
resolver los político, mejor dicho lo que políticamente interesa a los grupos
de poder.
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