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| Fototeca Nacho López |
Por. Russell Mariano
9 de agosto “Día internacional
de los Pueblos Indígenas”, es el eslogan oficial que el Estado ha adoptan para “compensar” la demanda histórica de justicia de los pueblos étnicos
¿Cuántas exclamaciones oficialistas faltan para resarcir el daño? Y por otra
parte ¿Cuál es la situación real de los grupos étnicos en México? pues las
exclamaciones, aniversarios, verbena y discursos, vacíos de contenido, buscan
conmemorar y exhibir el trabajo de los gobiernos, un trabajo que tiene todo,
menos efectividad, y que hasta dudaríamos del término mismo, pues ahora llaman
trabajo a la improductividad y a la rapiña.
La conmemoración y el
reconocimiento cumplen dos funciones sustancialmente, primero; describir la
relevancia de tener un pueblo donde convergen las diferentes visiones de vida
desde la cosmogonía propia de cada etnia, y segundo; hacer énfasis en las
aportaciones propias con las que cada grupo de la población ha contribuido en
el desarrollo de nuestra sociedad. Lo que representaría una fiesta nacional,
con este hecho, se pone en evidencia la contradicción que existe del discurso a
la acción, es ese el momento que cuestiono, denuncio y condeno, es la política
de pretender resolver las violaciones a los derechos humanos con el simple
discurso de reconocer un día para los pueblos originarios, esa es la simulación
que no solo transgrede a la persona, destruye a toda una comunidad, lo que
continua siendo un atentado a los pueblos de México orquestado desde el sistema
de gobierno.
Basta exponer una breve
reseña de lo que representan los grupos étnicos para saber dónde están y
quiénes son sus depredadores, y en el presente escrito, de manera muy resumida,
expongo su posición frente al Estado Democrático, y más aún de esa nueva
democracia que se hace llamar representativa, palabra que no puede omitirse en
un discurso político en México, pues éste perdería todo su sentido.
Cuando hablamos de
democracia, como percepción general, se define como el gobierno de las
mayorías, pero eso no es suficiente, también debiera estar estructurado de una
forma en que los diferentes sectores de la sociedad tendrían que estar
representados, bajo esa descripción los grupos étnicos en México tendrán que sentirse
representados, y es el parlamento donde cabria buscar los escaños destinados a
este porcentaje de la población, otra pregunta sería ¿Bajo el concepto de
democracia representativa, los grupos étnicos están representados?
En un principio, no
encuentro coherencia, entre el discurso y la acción del gobierno, pues en
palabras habla de igualdad y respeto para/con los pueblos originarios y en la
acción solo observamos desplazamientos, discriminación y políticas de
segregación no de inclusión para este sector de la población, revisemos el
terreno electoral.
En un congreso de 500
diputados, 300 electos por mayoría relativa mediante previa distritación, para
mayor representación de los diferentes sectores sociales, se han considerado,
por acuerdo en el 2005 del Instituto Federal electoral, hoy Instituto Nacional
Electoral (INE), veintiocho distritos “indígenas”, es decir que los grupos
étnicos tendrían veintiocho diputados que los representasen, sin embargo,
después de dichos acuerdos en el consejo electoral nunca más se tocó el tema,
pues no está en su programa establecer los mecanismos para que este sector de
la población tenga una representación efectiva, basta con la emisión del
documento para decirle a los pueblos étnicos que son considerados en un proceso
electoral y que su derecho a la representación dentro de la democracia mexicana
es considerada, y claro que es considerada más no aplicada.
En el censo de 2010 el INEGI
ha contabilizado a 15.7 millones de personas que han manifestado pertenecer a
un grupo étnico, lo que representaría, en promedio el 14% de la población
nacional, en tanto se estaría hablando de 70 escaños –considerando a los 500
diputados designados por mayoría relativa y de representación
proporcional- en ese sentido los 28
distritos considerados cómo “indígenas” no garantizan la representación de este
sector, ahora en la práctica, el INE no solo no busca los mecanismos que
garanticen la representación de los grupos étnicos, también los discrimina
institucionalmente, ya fuimos testigos de la expresión despótica del Presidente
Consejero Lorenzo Córdoba sobre los grupos étnicos de México, ahí se hace
evidente que la política del Estado Mexicano se centra en el exterminio,
segregación, explotación, y ahora un hostigamiento mayúsculo que busca y ésta
desplazando a muchos pueblos étnicos de sus territorios para usufructuar los
recursos naturales en beneficio propio, recurso que con la resistencia de
nuestros pueblos se han preservado, hoy el sistema busca con los megaproyectos
terminar lo iniciado hace más de quinientos años, tema de un próximo escrito.
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