Por. Ramiro W. López M*.
En
primer lugar quisiera agradecer a mi compañero y amigo el Lic. Jesús Russell
Mariano por invitarme a participar de manera escrita hace algunos meses y por
cuestiones de trabajo no me era posible realizar este tipo de aportaciones para
engrandecer la diversidad temática y los conocimientos que abarcan la
Administración y la Ciencia Política ante todo para beneficio de quienes buscan
una explicación de nuestra realidad.
Desde
que el ser humano tuvo conciencia de sí mismo al preguntarse y moldear el tipo
de sociedad que empezó a forjar para su futuro también se cuestionó sobre que
era la sociedad en donde vivía, cuál sería su ideal y lo que quería, tal es así
que con el paso del tiempo han pasado diversos personajes desde presocráticos,
Socráticos, filósofos, historiadores, sociólogos, economistas, revolucionarios,
escritores de ciencia ficción, etc. Etc.
Para solo nombrar a algunos personajes tenemos a Platón, Tomás Moro, San
Agustín, Carl Marx, Julio Verne, Augusto Comte y por qué no decirlo, a nuestros
antepasados prehispánicos, entre ellos a Nezahualcóyotl el rey poeta que llego
a cuestionarse profundamente la existencia de todo un pueblo y una lista
interminable que no abarcaría en tan poco
espacio.
Para
todas estas personas y para la mayoría el proponer un futuro a la sociedad fue
tarea primordial dentro de esta temática la diversidad de planteamientos es tan
equivalente a la misma en cuanto a formación intelectual y cognoscitiva de cada
uno, a su manera y abarcando su época con sus limitaciones tanto culturales
como ideológicas aportaron un grano de lo que es el mundo de hoy. Claro que
existen y existirán puntos de vista contrarios, contradictorios y hasta
antagónicos, pero lo importante aquí es la propuesta que cada uno hacia y
también no es posible en este espacio mencionar todas y cada una de ellas,
misión algo menos que imposible. Pero si se pude hacer un recuento y panorama
general a groso modo de tales planteamientos.
Para
todo persona ya sea colectiva o individual es menester mejorar la participación
en su conjunto, llámese a esta sistema, orden, organismo o sociedad existen
algunos más activos que otros con diversos motivos para cada uno de estos
casos, filósofos para ello se han encargado de descubrir que existe detrás del
comportamiento de una sociedad aludiendo diversas razones desde que somos
movidos por fuerzas “sobrenaturales”, dioses o leyes cósmicas, otros argumentan
leyes naturales que se dan conforme a la evolución del ser humano.
Muchas
veces depende del grado cognoscitivo que tenga el individuo de la realidad y
del mundo que lo rodea, es decir si tomamos como ejemplo un fenómeno social
como la llamada “Revolución Mexicana”, la óptica de esta, se vera de manera
distinta si tenemos sujetos con diferente nivel cognoscitivo, por ejemplo no es lo mismo un nivel de primaria que de
secundaria, lo vería de otra manera si se tiene un nivel de bachillerato o
profesional y mucho muy distinto uno con maestría o doctorado, pero también una
persona sin estudios, recordemos que la revolución participo mucha gente sin
estudios que resulto muy inteligente en el campo de batalla y en la lucha por
las reivindicaciones de ese movimiento, no existe una regla para determinar que
tanto un individuo o ser social está inmerso en su realidad.
A
la fecha de hoy todavía no se descubren realmente los mecanismos que mueven a
una sociedad, cuales son los resortes de esta, explicaciones ha habido como
hemos citado líneas arriba, también las que sostienen que son los individuos
quienes llevan a cabo estas transformaciones negando toda participación al
resto de la sociedad, otros en cambio argumentan que son las mismas “masas”,
“la prole” quienes a lo largo de la historia transforman a la sociedad con su participación y es como esta “masa”,
permanece en estado digamos “latente”, solo es cuestión de dirigirlas,
impulsarlas, llevarlas, guiarlas para que los cambios que anhelan sean una
realidad.
La
realidad es que todavía no se ha descubierto un mecanismo que explique esta
situación, negar la participación de las sociedad en los cambios, equivale a
negar el actuar individual en ella, ambos son complemento y hacer apología de
uno u de otro bando, es caer en discusiones bizantinas, lo cierto es que la
vida de la sociedad ha continuado y continua hasta nuestros días, teorías
sociales van y vienen, así como individuos y o personajes pasan por la historia
de nuestro país prometiendo progresar, más sin
embargo la realidad de la vida o mejor dijéramos de la sociedad es que esta permanece
inmutable.
Para
estos tiempos electorales surgen como rescatados del pasado mesías que nos
prometen llevarnos a un mundo más allá del terreno en que nos encontramos, casi
casi acercándonos al paraíso, sin embargo una vez pasada la temporada
electoral, volvemos a caer en la vida mundana y terrena de siempre, sino es que
del purgatoria pasamos al infierno tal como lo demuestran los periodos
presidenciales anteriores al actual, (el nombre es lo de menos), tomemos el
caso del Estado de México, si analizamos la propuesta de los candidatos, todos
tienen la formula maravillosa, diría “milagrosa” de transformar nuestra vida como
acto de magia, como si de dioses se tratara de trasladarnos la ciudad de
Heliópolis, una ciudad perfecta para seres perfectos, ¿que habrá pasado que seres
de tan altura se dignen a bajar a estas infra dimensiones de la realidad?, que
acaso solo estos ¿Dioses del cambio? lo único que piden como en la antigüedad
en vez de alabanzas, cantos, incienso y rituales, lo único que imploran es una
simple y llana “x” en un pedazo de papel para después regresar a su dimensión
lejos de cualquier mortal.
Sino
el castigo creo que ya lo conocemos de manera sobrada, más bien no hace falta
como Madero consultar a los espíritus para saber que los que constituimos a la
sociedad necesitamos un cambio, no hace falta saber de leyes naturales para
saber que algo anda mal, no hace falta saber de leyes económicas ni dialécticas
materialistas para conocer que no alcanza el salario mínimo que nuestro pueblo
necesita algo más que cuestiones intelectuales, más bien cuestiones reales.
Ahora
de las cuestiones reales si bien es cierto que no es lo mismo nuestro país o
sociedad en esta época que en la prehispánica, colonial, prerrevolucionaria y
pos revolucionaria, no debemos confundir los avances tanto científicos y
tecnológicos con un desarrollo social, es bien sabido por los conocedores que
digamos los factores de la producción
(tierra, trabajo, capital y organización) no siempre van a la misma par,
como ejemplo tenemos la conquista europea en todo el continente americano que
si bien mejoro en algunos aspectos, otros en cambio no variaron, por decirlo
con otro ejemplo, se puede exaltar la época porfirista con un crecimiento
económico como no lo había tenido el país, pero un desarrollo muy desigual y
son realidades que no se pueden negar, lo único malo es que desde la escuela
nos inculcan a satanizar esa época y no a verla como debe de ser, ¿hasta qué
punto la historia es correcta?, esto es
todo un tema que también no se terminaría pues hubo progresos aunque a costa
del pueblo, de una parte de la sociedad.
Y
es que la sociedad como un “ente” que puede llegar a moverse solo, a tener vida
propia, a devorar todo lo que encuentra ya sea por si misma o una parte de
ella, como lo fue la Revolución Francesa o la Revolución Rusa y por más que se
quiera encasillar que la de México tomo otro camino, existe una línea muy
delgada entre las leyes que permiten la convivencia y las que la destruyen,
como lo es el “combate al narcotráfico”.
Para
estas elecciones donde está en juego no quien ha de gobernar los estados
disputados, sino como mencione en el caso del Estado de México, es sabido que
es el termómetro para la futura elección presidencial del 2018, no creo que
para los políticos que dirigen los destinos de nuestra sociedad pase
desapercibido como la sociedad va cambiando y no es tomar a la ligera provocar
a ese “México bronco” como lo dijera un expresidente, ¿para qué jugar un albur
donde se pude perder algo o todo…? Amenazar o amedrentar a un candidato en
tiempos delicados es promover que despierte ese Frankenstein que está latente
en algún lugar de la sociedad escondido, o en el mejor de los casos como suele
decirse: México, el país donde no pasa nada”.
Imaginemos
por un momento un fenómeno social o mejor un fenómeno natural donde provoque el
despertar de ese México bronco, donde el mismo gobierno por falta de planes, de
alternativas, de experiencia no pueda dar respuesta a las demanda que pide la
sociedad y vivamos tiempos como en la Revolución Francesa o Rusa donde el
pueblo masacro a las clases acomodadas, es una situación que nadie, ni en el
más loco de sus sueños se atrevería siquiera a imaginar. ¿Cuál es la razón de
esto?, sencillamente el individuo social, todavía sigue siendo una incógnita, pero
ante la falta de opciones no le queda más remedio que buscar su subsistencia,
en tiempos adversos solo sobrevive el más fuerte, el que se adapta según la
teoría darwinista de la evolución, ante los cambios las especies mejor
resistente en una sociedad son las que perduran, así veremos pasando las
elecciones en estos estados, como es el
comportamiento de la sociedad, quizá fue un poco exagerado lo que se escribió
en este párrafo, pero tratándose del poder político todo puede pasar.
En
conclusión veremos de aquí hasta que pasen las elecciones del 2018 que tan
evolucionada y coherente esta nuestra sociedad y como individuos que somos
hasta qué punto nuestra conciencia social se manifiesta. Pues la sociedad no es
más que una extensión del individuo y tal como es la sociedad es el individuo,
pero como dice el comercial esto es otra historia.
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*Lic. en C.P. Y A.P. por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán